Gerentes externos

Se trata de un profesional con experiencia, altamente cualificado y especializado en un área de actuación en específico que pasa a formar parte del equipo directivo de una empresa, como un profesional externo durante un periodo determinado de tiempo.

5 motivos para contratar un consultor externo

Abrir las puertas de tu empresa a una persona que vaya a preguntar, indagar y decirte lo que funciona mejor resulta complicado. Pero tal y como hemos planteado, conseguir el mismo resultado sin esa figura objetiva es muy complicado. Además la inversión se recupera con los logros tras pocos meses de trabajo.

Siempre es un buen momento para contar con un apoyo externo. Pero hay situaciones concretas que se convierten en la voz de alarma para pedir ayuda

Si te sientes identificado con alguna de estas situaciones es hora de tomar cartas en el asunto.

Programa tu primera sesión gratuita y empezaremos a trabajar para poner el foco y adquirir las herramientas necesarias para afrontar y gestionar mejor el negocio frente a cualquier escenario.

¿Cuál es la función de un consultor externo?

La función principal de un consultor externo es acompañar a la empresa hacia un resultado establecido en función de las necesidades, las demandas y la situación concreta en la que se encuentre, como puede ser un proceso de expansión o un momento de crisis.

Los consultores fomentan un continuo aprendizaje, comunicación y participación entre todos sistemas, con la finalidad de superar la resistencia al cambio y obtener un desarrollo organizacional eficaz.

Nuestra experiencia a disposición de la empresa

Incorporar durante un periodo determinado a una persona que se dedique al cien por cien a detectar, evaluar y optimizar los procesos permite descargar esa tarea del equipo interno. Que además, habitualmente tiene que llevarlo junto a sus labores y responsabilidades diarias. Por otro lado, aprovechar y aplicar la experiencia y la especialización del consultor en la organización es un gran valor añadido que no se encontrará en el núcleo interno de la empresa.

Planificar el crecimiento

La planificación del crecimiento a medio plazo es una tarea pendiente todavía en muchas PYMES por motivos como la falta de tiempo, de conocimiento o de experiencia. Y resulta vital para no estancarse y quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo.

Si no proyectas dónde quieres ir, seguramente no irás a ninguna parte. Por eso se vuelve indispensable elaborar un plan estratégico en vistas al desarrollo y mejora de la organización.

Una consultoría asienta las bases de este progreso en función de métodos y estrategias probadas que dan resultados.

Habilitar el cambio

Implementar transformaciones estructurales es un desafío para empresas ya asentadas y consolidadas. Los procesos y las dinámicas cambian y requieren un periodo de formación, aprendizaje y adaptación para todo el equipo.

La gestión del cambio no es tarea sencilla. Contar con un profesional y apoyarse en su experiencia y conocimiento marca la diferencia entre un proceso de estrés e incertidumbre y una transición controlada y eficiente. Es el acompañamiento y el apoyo que cualquier PYME necesitaría tener en la fase de planificación, implementación y supervisión.

Estas cuatro funciones serán definidas, trabajadas y detalladas según los requerimientos y los objetivos del negocio.